jueves, 25 de agosto de 2011

Mileuristas con Iphone, despedidas de soltero y otras hierbas ...


Me resulta curioso como hay gente que destina un mes de duro trabajo para comprarse un aparato de dudosa utilidad. Recuerdo que fui un orgulloso poseedor del primer modelo. Lo compré en Norfolk (Virginia), aprovechando una visita donde percutí a la primera y única negra de mi currículum; sí, negra, no me vengáis con gansadas de "persona de color". Recuerdo que en aquella época pocos eran los que tenían el teléfono de marras (no había salido en Europa) y el cacharrito te daba un toque de exclusividad (la de pasta que han ganado en Apple con la exclusividad y su jodido "Think different"). Ahora todo ha cambiado, la gente lo consigue "gratis" a cambio de trabajar, en el mejor de los casos, 168 horas al año. ¡Demencial! Eso sí, ni se te ocurra insinuar que es un gasto prescindible (y más en los tiempos que corren), pueden lincharte ...

Otra cosa que me jode de sobremanera son las putas bodas. Este mes he tenido dos despedidas de soltero y, lejos de ser días de fiesta memorables, resultan ser jodidamente deprimentes. Colegas memorables hipotecándose y formando una familia, qué vértigo.

Los 180 € de cada boda, más los 100 € de cada una de las despedidas pasa a ser algo secundario. Secundario para mí, que lo puedo perder jugando al poker en décimas de segundo, pero -y vuelvo al tema anterior-, ¿para un mileurista? Vamos a acabar mal, muy mal ...

Otro ejemplo de derroche propio de una persona con menos CI que una ameba lo viví ayer con la novia de un amigo casado. Me invitaron a tomar un café en Santa Isabel (barrio obrero de Zaragoza). Acudí con mi bicicleta de montaña y me acompañaron al trastero para guardarla. El trastero estaba situado en uno de los sótanos, donde, los propietarios de los zulitos de VPO tenían aparcados Mercedes, BMWs y algún que otro coche japonés de gama media/alta; en fin, lo esperable en casas de gente con necesidad de vivienda subvencionada.

Lo más gracioso fue a la hora del café, nos sentamos alrededor de una mesa de cristal en una sillas bastante cómodas. Salió, no sé cómo, el tema de las sillas de despacho. Yo comenté los precios de la silla más cómoda que he probado en mi vida, que no es otra que la Aeron, de Herman Miller (1.500 macarios la última vez que la vi). ¿Cuál creéis que fue el comentario de la tipa? "Ah, pues no es tan caro, a nosotros nos cobraron eso por este cuadro ..." Al menos la otra pareja vive acorde a su nivel en un piso accesible y con una novia currante, que si no ...

Por último comentar que he hecho uso de una excedencia, pasaré los próximos dos años jugando full time al poker. Si consigo hacerme rico no volveré a poner a disposición de la banca mi excelso intelecto, si por el contrario no valgo para esto, tengo la opción de recuperar mi puesto a partir del año que viene. Probablemente haga una entrada comentando posibles destinos tras la regulación y explicando los pros y los contras de mi decisión. 


Saludos cordiales


dbrunson

6 comentarios:

  1. No puedo star mas deacuerdo con todo lo q has dixo, a mi me encantaria comprarme una casa, pero lo haré el dia que pueda pagarmela toda de golpe y en efectivo, es tirar la vida a la basura hipotecarte de esa forma

    ResponderEliminar
  2. Molan tus idas de cabeza XDDD

    ResponderEliminar
  3. La negra te percutio a ti, y lo sabes, piratón.

    ResponderEliminar
  4. Jajaja, qué hdp estás hecho, anónimo, jajaja.

    ResponderEliminar
  5. Loco, me alegra saber que sigues vivo!!!!!!!!!! espero ansioso que te vayas de España por la regulación y nos cuentes miles de historias de tus destinos.

    ResponderEliminar
  6. Gracias! Pero la próxima vez identificate que no sé quién eres!

    ResponderEliminar